Trastornos de tics
Diagnóstico Diferencial
Los trastornos de tics deben distinguirse de otros tipos de movimientos anormales que pueden acompañar a ciertas enfermedades médicas. o pueden ser debidos a efectos directos de una sustancia. Los movimientos coreiformes son movimientos oscilantes, fortuitos, irregulares y no repetitivos. Los movimientos distónicos son movimientos giratorios, más lentos, separados por estados prolongados de tensión muscular. Los movimientos atetósicos son movimientos lentos, irregulares, de retorcimiento, que se observan más frecuentemente en los dedos de manos y pies, pero que suelen implicar también el rostro y el cuello. Los movimientos mioclónicos son contracciones musculares breves, en forma de sacudidas, que pueden afectar partes de músculos o grupos musculares, pero no de manera sinérgica. Los movimientos hemibalísmicos son movimientos de las extremidades de carácter unilateral, intermitente, tosco, de gran amplitud. Los espasmos son más lentos, estereotipados y más prolongados que los tics, implicando grupos musculares. El espasmo hemifacial consiste en sacudidas irregulares, repetitivas y unilaterales de los músculos faciales. Las sincinesias entrañan un movimiento involuntario que acompaña a otro voluntario. Esta diferenciación queda facilitada al tomar en consideración la presencia de características propias de la enfermedad médica subyacente o una historia del uso de medicamentos.
Los tics también deben distinguirse de los movimientos estereotipados incluidos en el trastorno por movimiento estereotipado y en los trastornos generalizados del desarrollo.
En general, los movimientos estereotipados parecen ser más motivados e intencionales, mientras que los tics tienen un carácter más involuntario y no son rítmicos. En contraste con las compulsiones, los tics son típicamente menos complejos y no se dirigen a neutralizar la ansiedad resultante de una obsesión. Los distintos trastornos de tics pueden distinguirse entre sí por la duración y variedad de los tics y por la edad de su inicio. El trastorno de tics transitorios incluye tics motores y/o vocales que duran por lo menos 4 semanas, pero no más de 12 meses consecutivos. El trastorno de la Tourette y el trastorno de tics motores o vocales crónicos tienen una duración de más de 12 meses, pero se diferencian entre sí porque el trastorno de la Tourette cuenta con el requisito de que los tics motores sean múltiples y de que exista por lo menos un tic vocal. El trastorno de tics no especificado debe aplicarse a presentaciones clínicamente significativas de duración inferior a los 4 meses, a presentaciones en edades superiores a los 18 años y en el caso poco usual de un sujeto que sólo tenga un tic motor y un tic vocal.
Trastorno de la Tourette
Las características esenciales del trastorno de la Tourette son los tics motores múltiples y uno o más tics vocales.
CRITERIOS PARA DIAGNOSTICARLO SEGÚN EL DSM IV:
A. En algún momento a lo largo de la enfermedad ha habido tics motores múltiples y uno o más tics vocales, aunque no necesariamente de modo simultáneo. (Tic es una vocalización o movimiento súbito, rápido, recurrente, no rítmico y estereotipado.)
B. Los tics aparecen varias veces al día (habitualmente en oleadas) casi cada día o intermitentemente a lo largo de un período de más de 1 año, y durante este tiempo nunca hay un período libre de tics superior a más de 3 meses consecutivos.
C. El trastorno provoca un notable malestar o deterioro significativo social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. El inicio es anterior a los 18 años de edad.
E. La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de un fármaco (p. ej., estimulante) o de una enfermedad médica (p. ej., enfermedad de Huntington o encefalitis posvírica).
Síntomas y trastornos asociados
Son las obsesiones y compulsiones. También son relativamente comunes la hiperactividad, la distraibilidad y la impulsividad. Con frecuencia se observa malestar social, vergüenza, excesiva autoobservación y humor depresivo. La gravedad de los tics puede resultar exacerbada por la administración de estimulantes del sistema nervioso central, lo que puede constituir un fenómeno proporcional a la dosis. El trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y los trastornos del aprendizaje pueden asociarse al trastorno de la Tourette.
Curso
La edad de inicio del trastorno de la Tourette puede ser muy temprana, alrededor de los 2 años de edad, y suele prolongarse durante la infancia o el inicio de la adolescencia; por definición, se inicia siempre antes de los 18 años de edad. La edad promedio de inicio de los tics motores es los 7 años. El trastorno suele durar toda la vida, aunque puede haber períodos de remisión que duran semanas o años. En la mayor parte de los casos, la gravedad, frecuencia y variabilidad de los síntomas disminuyen durante la adolescencia y la vida adulta. En otros casos, los síntomas desaparecen por completo, usualmente al iniciarse la vida adulta.
Diagnóstico Diferencial
Véase “Diagnóstico Diferencial” en el apartado dedicado a trastornos de tics.
Trastorno de tics motores o vocales crónicos
La característica esencial del trastorno de tics motores o vocales crónicos es la presencia de tics motores o de tics vocales, pero no de ambos.
CRITERIOS PARA DIAGNOSTICARLO SEGÚN EL DSM IV:
A. En algún momento a lo largo de la enfermedad ha habido tics vocales o motores simples o múltiples (esto es, vocalizaciones o movimientos súbitos, rápidos, recurrentes, no rítmicos ni estereotipados), pero no ambos.
B. Los tics aparecen varias veces al día casi cada día o intermitentemente a lo largo de un período de más de 1 año, y durante este tiempo nunca hay un período libre de tics superior a 3 meses consecutivos.
C. La alteración causa un notable malestar o deterioro significativo social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. El inicio es anterior a los 18 años de edad.
E. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., estimulantes) ni a una enfermedad médica (p. ej., enfermedad de Huntington o encefalitis posvírica).
F. Nunca se han satisfecho criterios del trastorno de la Tourette.
Diagnóstico Diferencial
Véase “Diagnóstico Diferencial” en el apartado dedicado a trastornos de tics.
Trastorno de tics transitorios
La característica esencial del trastorno de tics transitorios es la presencia de tics motores simples o múltiples y/o de tics vocales.
CRITERIOS PARA DIAGNOSTICARLO SEGÚN EL DSM IV:
A. Tics motores y/o vocales simples o múltiples (esto es, vocalizaciones o movimientos súbitos, rápidos, recurrentes, no rítmicos y estereotipados).
B. Los tics aparecen varias veces al día, casi cada día durante por lo menos 4 semanas, pero no más de 12 meses consecutivos.
C. La alteración causa un notable malestar o un deterioro significativo social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. El inicio es anterior a los 18 años de edad.
E. La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., estimulantes) ni a una enfermedad médica (p. ej., enfermedad de Huntington o encefalitis posvírica).
F. Nunca se han cumplido criterios de trastorno de la Tourette ni de trastorno de tics crónicos motores o vocales.
Especificar si:
Episodio simple o recurrente
Diagnóstico diferencial
Véase «Diagnóstico diferencial» del apartado dedicado a trastornos de tics.
Trastorno de tics no especificado
Esta categoría comprende trastornos caracterizados de tics, pero que no cumplen los criterios de un trastorno de tics específico. Los ejemplos incluyen tics que duran menos de 4 semanas o tics que se inician después de los 18 años de edad.